Muchos dicen que el hueco en la capa de ozono es irrecuperable y ésta es una tremenda mentira pues a cada segundo se está formando ozono nuevo.
La producción de ozono es un efecto que se da de forma natural en la alta atmósfera cuando dos átomos de oxígeno se unen a un átomo aislado de oxígeno formando un trío, éstos tríos se llaman ozono.
La molécula natural y normal de oxígeno es O2, o sea, dos átomos de oxígeno unidos. Ese es el oxígeno que respiramos y permite la supervivencia de todos los seres vivos en la naturaleza.
Nuestra atmósfera está llena de oxígeno y cuando está en la alta atmósfera de forma natural las moléculas de O2 se unen a átomos sueltos de oxígeno, dichas uniones forman el O3 (ozono), ésta es una molécula inestable y basta que un rayo de energía lo golpee para que se separe formando nuevamente O2 + O, pero la ventaja es que el rayo energético que golpeó la molécula de ozono perdió su energía en dicha interacción.
Esa es la razón por la cual decimos que el Ozono nos protege de las radiaciones fuertes, efectivamente, porque el ozono nos ayuda al eliminar mucha de la radiación fuerte que de no existir llegaría hasta los seres vivos en la superficie, provocando mutaciones, quemaduras y problemas en los seres vivos.
Pero el hombre suelta muchas sustancias, gases a la atmósfera que descomponen las moléculas de O3 con mucha rapidez, tal es el caso de los CFC ( Cloro fluoro carbono) que son sustancias que interactúan rápidamente con los ozonos y los descomponen.
El problema es la los CFC interactuan primero y en una taza más alta que la que se da la formación natural de nuevo oxígeno.
Dichosamente según nuevas mediciones el hueco de ozono se ha ido reduciendo debido a las medidas y presiones internacionales.
Hoy día el ozono nos ayuda como escudo protector, está en toda la atmósfera y se está recuperando poco a poco. Eso ayuda a que no entre tanta energía a la Tierra y de ese modo el recalentamiento global no nos afecte tanto.